Érase una vez...

... una niña que deseaba con todas sus fuerzas que llegara la hora de la merienda. No por la merienda en sí, sino porque después su madre le leía un cuento.

En este blog, como dice el subtítulo, hablaré de mis cosas favoritas y una de esas cosas, es mi profesión: educar.

Soy educadora infantil y muchas veces os hablaré de niños y sus mundos (así, en plural) Pero, ojo, todo será subjetivo, desde mi experiencia y, como digo siempre: «Hazme caso como educadora, pero hazte caso como madre/padre».
Porque yo tengo las herramientas y el corazón, pero papás... vosotros tenéis mucho más ;)
Huelga decir, nadie es perfecto.

Y ahora sí, hablemos de niños y de libros.

Si ya eres mamá, enhorabuena. Si no lo eres, pero está entre tus sueños serlo... empecemos por los cimientos.

La mamá (y el papá) tiene que leerle a su bebé desde que está en la tripita. Puede parecer una tontería, pero no. El bebé reconoce la voz de sus padres, ¿por qué no leerle un cuento?

Ahora bien, la experiencia me ha demostrado que pocos les leéis a vuestros retoños hasta que no llegan al mundo, así que, os dejo consejos lectores para papás y niños.

Lo primero, elegir el momento. Pensabais que iba a decir la paciencia, ¿eh? (jejeje) Intentad que sea un momento tranquilo: antes de la siesta, antes de ir a dormir...
¿Y cómo saber cuál es el momento? Vosotros lo sabéis. Sabéis en qué momento del día vuestro hijo está relajado.
Lo que no podéis pretended es que, cuando el niño venga eufórico del parque, sentarlo para que lea con vosotros. Vamos, es que no os dura ni cinco segundos.
Y recordad, sin distracciones, sin prisas. Dedicadle tiempo.

Una vez elegido el momento, convertidlo en rutina. Todos los días, a la misma hora.
Pero, cuidado, una rutina no debe de ser algo aburrido.
Tanto los papás como los educadores tenemos un poco de actores, de payasos... Cuando estéis leyendo, haced diferentes voces según el personaje, señalad las ilustraciones, haced efectos especiales (si viene un caballo, ¿qué ruido hacemos?)
Es súper importante interactuar con los niños, hacerlos participes de la historia, porque, si se distraen (99% de posibilidades) siempre puedes recurrir a trucos (preguntas, toques de atención: «La princesa tenía tantas pecas como Lucía»)

Y hablando de distraerse, no elijáis El Hobbit para leer. Vuestros pitusos no van a estar más de 15 minutos sentados. Dejadles elegir. Aunque siempre elijan el mismo. Ya os hablaré de diferentes cuentos otro día.

En la escuela infantil, cuando hacía prácticas, organicé el Día del Libro en el aula. Dana, una de mis alumnas, me hizo repetir diez veces La princesa que quería escribir.


Haceos a la idea: si al niño le gusta un cuento, no se va a cansar... ¡¡Jamás!!

Tened paciencia. Sí, es obvio, pero no siempre llegáis del trabajo con ganas de leer un cuento. Seguro, si habéis tenido un mal día, estáis de mal humor y lo último que os apetece es sentaros a leer un cuento que habéis leído cien veces.

Inculcar el hábito de lectura requiere de tiempo, paciencia, dedicación y perseverancia.
Cuando leemos un cuento, también estamos educando, estamos creando un vínculo con los más pequeños y, lo más importante, estáis dedicando un tiempo precioso a lo más valioso que hay en vuestra vida.

No os desesperéis porque el niño no os hace caso, porque quiere cosquillas, abrazos y besos, en vez de cuento. Aprovechad que quiere eso, inventaos un cuento de cosquillas.

Disfrutad leyendo cuentos y vuestros hijos estarán deseando, como yo cuando era niña, que llegue la hora del cuento.

Un lector no nace, se hace y tenemos mucho trabajo por hacer. Vosotros y yo.

¡Un besito de esquimal!


En próximas entregas, os hablaré sobre:
  • Elegir cuentos.
  • El rincón de la lectura.

3 comentarios:

  1. Una gran entrada!!! No tengo hijos, ni sueño con ello, pero me ha parecido muy bonito. Hace ya tiempo que te dije que educarías a los hombres y mujeres del futuro, y este es el primer paso.

    Y no solo contar cuentos, sino crearlos. ;-) Por privado te paso información sobre el nuevo libro de mi Clara Peñalver. Crear cuentos con inteligencia emocional, de Pengin xD Creo que te gustaría!

    Mil besos y a seguir repartiendo educación al mundo :-))

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  2. Me parece una rutina fabulosa : )
    He oído hablar de muchas familias que siguen conservando esa tradición/rutina incluso cuando las criaturas crecen, se sientan en círculo y cada día lee un miembro de la familia. ¡Me parece mágico!

    Y el cuento de "La princesa que quería escribir" me llama muchísimo la atención, si no recuerdo mal hablaste de él en tu anterior blog.

    ¡Abrazos! : )

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    1. Sí, protagonizó una de mis entradas. A mí también me gustó mucho (rompe con las reglas clásicas) y a los niños les fascina por sus rimas.
      Un besazo ;)

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